El envejecimiento comienza en cada una de las células del organismo, donde van sucediendo eventos fisiológicos (normales) que hacen que una célula hija tenga menos información que la madre y se comporte de forma menos funcional. Es un proceso progresivo, que ocurre desde que nacemos, pero alrededor de los 25 años, cuando se alcanza la madurez física y mental, comienza el descenso, el cual no se nota, hasta que cumplimos los 40 años de edad. Alrededor de la quinta década de la vida, comienzan a ocurrir una serie de acontecimientos, como la disminución de la producción de hormonas, lo cual ocasiona un envejecimiento de modo acelerado. Existen factores ambientales que también contribuyen al envejecimiento, así como los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, el tabaquismo y el estrés crónico.
La medicina antienvejecimiento es una medicina preventiva, predictiva y regenerativa. Buscamos detectar a tiempo susceptibilidad de enfermedades, antes de que sean manifiestas, incluso por medio de exámenes tan avanzados como los polimorfismos genéticos que identifican el tipo de respuesta o sensibilidad específica bien sea a exposición a ciertos alimentos o posibles trastornos del organismo. Por citar un ejemplo, se sabe que el consumo de aceite de oliva es bueno para la población general pero existe un tipo de población que no lo metaboliza bien e incluso podría tener tendencia a enfermar, entonces estamos haciendo prevención y prediciendo un comportamiento desfavorable del organismo ante este nutriente. La medicina antienvejecimiento también es regenerativa porque busca ‘regenerar’ órganos y tejidos dañados con la aplicación de terapias tan avanzadas como el uso de factores de crecimiento y/o utilización de células madre.
Los tratamientos más comunes en medicina antienvejecimiento incluyen la sueroterapia, terapia de modulación hormonal, nutrigenómica, nutrigenética, prescripción de ejercicio, reeducación postural global, aplicación de plasma rico en plaquetas, entre otras.
El tratamiento antienvejecimiento tiene como característica fundamental la personalización. No es como una receta de cocina, donde a todos los pacientes de 50 años por ejemplo, se les hace lo mismo. El objetivo es diseñar un plan personalizado donde se realiza diagnóstico por medio de exámenes clínicos y paraclínicos, aplicación de pruebas genéticas para identificar la predisposición del paciente de presentar alguna enfermedad que acelere el envejecimiento. La aplicación de terapia de modulación hormonal y/o sueroterapia, tratamientos de reposición, reestructuración y regeneración de piel.
Podemos atender pacientes a partir de los 25 años que deseen tener calidad de vida y mejorar aspectos físicos, psíquicos, rendimiento físico y mental, fuerza, calidad en el sueño, sexualidad y sobretodo la felicidad
Base científica
La medicina antienvejecimiento hoy es reconocida como rama de gerontología en universidades europeas, e incluso se dicta como cátedra. En Colombia se dicta en importantes facultades de medicina en forma de diplomados para médicos. Tal vez el termino Antienvejecimeinto, puede ser un poco comercial y el más adecuado sería Medicina del Envejecimiento Fisiológico pues no se busca detener el envejecimiento, lo cual es materialmente imposible, sino disminuir el impacto de los años sobre el organismo. A pesar de todo el despliegue publicitario que puede ocasionar el término “Antienvejecimiento”, esta medicina ha existido desde hace varios años. De hecho, hace parte de la medicina preventiva. Desde el desarrollo de las vacunas para prevenir enfermedades podemos decir que hemos estado haciendo medicina antienvejecimiento porque logramos aumentar la expectativa de vida, cuando antes estaba alrededor de 40 años.
Beneficios
Al ser una medicina preventiva vamos a disminuir el impacto de los años, aumentando la calidad y expectativa de vida. Es decir, dándole vida a los años y no años a la vida. Al ser personalizada nos permite tener un mayor resultado en las terapias propuestas. Otra ventaja es que se puede iniciar a cualquier edad, de forma preventiva, que sería lo ideal, pero también en etapas tardías de la vida logrando que los pacientes tengan una edad biológica (edad de órganos y sistemas) menor a la cronológica (edad cumplida en años).
Lo último
Sin duda el tema genómico. Todo está escrito en nuestros genes y al tener información exacta y de primera mano, vamos a poder ser más exactos en la prevención y el tratamiento de las enfermedades.
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